Descripción
La cigala es un crustáceo decapado marino, que presenta el caparazón liso y de color rosáceo o anaranjado, más o menos intenso. Su rostro es alargado y tienen grandes ojos negros.
El cuerpo o cola es más largo que el cefalotórax, y está algo comprimido en su región dorsal. Normalmente, la longitud de la cigala no suele ser mayor de 15 cm, aunque algunos ejemplares pueden llegar a medir hasta 25 cm. El primer par de patas está convertido en dos largas y estrechas pinzas, cubiertas por espinas y quillas. Aunque el segundo y tercer par de patas también terminan en pinzas, éstas son de pequeño tamaño.
Habita generalmente en los fondos blandos y lodosos, carentes de algas.
Es un crustáceo nocturno, que durante el día permanece escondido entre las rocas o en agujeros, y por la noche sale a buscar sus presas. Su alimentación consiste en pequeños peces, crustáceos, moluscos, poliquetos, y a veces también algas.
Producción
Se considera que las cigalas de carne más fina y sabrosa son las que proceden de aguas más frías, y por eso son las más apreciadas las originarias de Islandia, Irlanda y Escocia que las capturadas en el Adriático.
No es fácil encontrar la cigala viva en el mercado, aunque ANSOMAR la comercializa viva gracias a su sistema de transporte ya que están provistos de viveros. Normalmente se la vende fresca, aunque también puede estar cocida.
La cigala se comercializa fresca o congelada, entera o en forma de colas. Su precio varía mucho en función de su tamaño y calidad.
Nuestra empresa la distribuye todo el año siendo en el verano cuando bajan las capturas debido a la subida de temperatura del agua.
Preparación
Para cocerla, basta con introducirla en agua salada hirviendo durante un tiempo variable, según el tamaño, y que en todo caso es inferior a diez minutos..
También se puede cocinar a la parrilla, a la plancha o frita. Es un ingrediente de las paellas, y constituye un elemento imprescindible del plato conocido como zarzuela de marisco.
No hay valoraciones aún.